domingo, 17 de mayo de 2009

Igualdad máxima en la final de la Champions League


Se suele decir que el favorito para ganar la Champions League no suele conseguirla. Este año será la excepción que confirma esa "regla".

A medida que ha ido avanzando la competición, dos equipos han ido desmarcándose del resto. Ambos han dominado sus respectivas ligas, que además son las consideradas mejores ligas del mundo y finalmente han acabado campeones, el mismo día por cierto. Ambos han ganado las Copas de sus respectivos países y por tanto optan a conseguir el triplete. Su juego ha sido seña de identidad durante toda la temporada. Cada uno con su propio estilo, han sido los mejores representantes del juego característico que se practica en sus países. La final de Roma nos deparará un choque entre el fútbol control, avasallador y despiadado de cara al gol de los de Guardiola y el contragolpe, la velocidad, potencia y efectividad (no exempto de calidad) de los de Ferguson.

Además de este duelo de estilos, no podemos olvidar que en el campo estarán los considerados dos mejores jugadores del mundo. Messi y Cristiano Ronaldo se juegan mucho más que ganar "la orejuda". Se juegan ser considerados el mejor jugador del mundo, conseguir el Balón de Oro. Algo de lo que nunca he sido partidario es que sea necesario ganar títulos importantes para ganar este premio. Un jugador puede haber sido el mejor sin necesidad de ganar nada. Independientemente de lo que ocurra en la final, la temporada de Messi ha sido más notable que la de Ronaldo aunque en los últimos partidos ha habido un bajón en el juego del argentino, todo lo contrario que en el portugués. Estoy convencido que Messi mostrará su mejor cara en Roma. Más le vale. Por desgracia, estados de formas actuales aparte, el premio será para el que se lleve la Champions.

Volviendo a lo colectivo, si por algo se caracteriza esta Final es por la gran igualdad en cuanto a la calidad del equipo y en particular de los jugadores que habrán en el terreno de juego. Son varios los jugadores que se perderán o pueden perderse la final si no consiguen recuperarse de sus lesiones. En este caso, el más perjudicado parece ser el Barça que deberá alinear una defensa muy diferente de la habitual ya que tres de los titulares no serán de la partida. Alves y Abidal sancionados y Marquez lesionado podrían dar paso a Puyol en el centro de la defensa junto a Piqué, con Silvinho a la izquierda y Cáceres a la derecha. O quizás Guardiola prefiera colocar a Touré en el centro de la zaga y pasar a Puyol a la derecha. Sinceramente, en un partido de tanta importancia no hay lugar para los experimentos. Es cierto que -salvando algún pequeño error- el marfileño ha convencido bastante como central en los dos partidos que ha jugado en esta posición, pero su aportación en el centro del campo es vital y mucho más en un partido como este, donde se necesita músculo en el centro del campo pero también posesión. Touré cuenta con estas dos virtudes y el Barça las estaría desaprovechando. Quizás el mayor quebradero de cabeza de Guardiola sea la banda izquierda donde Silvinho, un jugador que no destaca por su consistencia defensiva, podría tener demasiados problemas para parar a Cristiano Ronaldo. Veremos lo que pasa, Guardiola tiene tiempo para decidirse y un partido para probar cosas nuevas. El que parece ser que jugará será el gran Iniesta, hasta su lesión, el jugador más desequilibrante del Barça. Sus ganas por jugar y teniendo en cuenta que será el último partido importante que queda en esta temporada, el crack albaceteño estará en el campo de juego.
Si en Barcelona rezan para que Iniesta pueda jugar, en Manchester hacen lo propio por el jefe de la zaga, Rio Ferdinand. Quién seguro que no jugará sera el escocés Fletcher, ese tipo de jugador que no destaca, que no es un virtuoso con el balón como varios de sus compañeros pero que hace un trabajo enorme en el centro del campo. Creo que teniendo en cuenta el potencial técnico del Barça en el centro del campo, un jugador, como Fletcher, podría ser una baza a favor del Manchester. Incluso diría que más importante de lo que puede parecer. Si tuviese que apostar por el jugador que lo sustituirá, sería Scholes. La veteranía es un grado en una final, pero con este cambio, el Manchester podría perder consistencia defensiva en el medio campo. Veremos como soluciona este problema Ferguson.

Sin duda, nos encontramos ante unas de las finales con más nivel y más igualada de los últimos años. Será apasionante y sobretodo muy igualada. Las bajas en defensa de ambos equipos y la calidad de sus delanteros puede traducirse en muchos goles. Esperamos que así sea. Además, la situación actual de ambos equipos es prácticamente idéntica. Demasiados puntos en común para apostar por un vencedor.

viernes, 1 de mayo de 2009

La batalla de Stamford Bridge


Stamford Bridge decidirá quien es el próximo finalista de la Liga de Campeones. El sistema ultradefensivo y rácano que organizó Hiddink en el Camp Nou surgió efecto. Antes del enfrentamiento, dado el perfil del entrenador y sus declaraciones diciendo que jugarían al ataque, podría preverse un partido abierto con dos equipos dispuestos a ganarlo. El resultado final y el juego de su equipo dio muestras de que el entrenador holandés tenía claro que ahora mismo nadie puede jugarle al ataque al Barça. Aquellos que lo han intentado han salido malparados. Y a estas alturas de competición, arriesgarse a ello, es morir en el intento.

Pero ahora surge una serie de preguntas y con ellas se abre un debate. ¿Hiddink utilizará la misma estrategia en Londres? ¿Su planteamiento será ofensivo, dado que tiene que marcar para clasificarse y juega en casa? Es difícil saber lo que Hiddink tiene pensado pero cada uno de nosotros seguro que ya tiene su opinión al respecto. Para mí, Hiddink volverá a plantear un partido defensivo muy parecido al del pasado martes pero con alguna variación. En el partido del Camp Nou dio la consigna a sus jugadores de que despejaran todo balón que estuviese cerca de su área para así evitar perder balones por la presión blaugrana. En Stamford Bridge están obligados a marcar y se verán obligados a sacar el balón controlado o practicar un fútbol directo. Recurrir al pelotazo no tendría mucho sentido. Esta puede ser una de las diferencias en su estrategia con relación a la que aplicó en Barcelona. Otro punto clave es la lesión de Marquez. Uno de los mayores problemas, durante toda la temporada, para los entrenadores que se han enfrentado al Barça ha sido conseguir que no sacaran el balón controlado desde atrás para evitar que el balón llegue a medio campo o para provocar un error en la defensa. Si no es Marquez, es Piqué. Ambos son capaces de construir juego desde atrás y los equipos no se puede permitir el lujo de cubrir a ambos, en la salida de balón, porque la siguiente linea -con Xavi y Iniesta- quedaría demasiado descubierta. En este caso, tan sólo Piqué podrá hacer estas función. Me sorprendió muchísimo que Hiddink no hiciese algo para evitar que Piqué contruyera desde atrás. Quizás buscaba que subiera demasiado y así tener algún hueco por el montar un contraataque pero lo cierto es que Piqué fue una alternativa, en la construcción, demasiado peligrosa para el Chealsea. Seguramente Hiddink habrá tomado nota sobre ello y ordene a su delantero que presione al central blaugrana.

A la lesión de Marquez se le unió la tarjeta amarilla de Puyol, que por acumulación, no podrá ser de la partida. Guardiola deberá reorganizar esta linea y seguro que su elección no será fácil. Hay dos opciones que parten con ventaja. Abidal de central y Silvinho de lateral izquierdo o Cáceres de central y Abidal de lateral izquierdo. Tanto una, como la otra, ofrece muchas dudas. Cáceres no tiene la experiencia suficiente para jugar un partido de esta categoría y incluso se le ha visto nervioso en partidos de poca importancia cometiendo errores, que si se repitieran en este partido, podría suponer la eliminación. Abidal tampoco es un jugador que convenza como central -a pesar de jugar habitualmente en esta posición con su selección-. El francés es demasiado dado a hacer entradas comprometidas y en esta posición un error de medida podría suponer un penalti. Si yo fuese Guardiola me decantaría por la primera opción (Abidal y Silvinho), para mí es la menos mala. Además, el Barça debe marcar y Silvinho siempre da más opciones de ataque que el francés por la banda izquierda.
En cuanto al juego del Barça estoy convencido que no variará demasiado en cuanto a su planteamiento. Y debe ser así. El Barça tiene su estilo y son los demás equipos que deben buscar la manera de que no lo puedan desarrollar. Eso mismo fue lo que pasó en el Camp Nou. El Chelsea consiguió bloquear su juego gracias a su rigor defensivo y a muchas patadas. Y a esto se le unió un Barça con las ideas poco claras sobre como superar ese muro defensivo, un Eto'o que no tenía su día y un Messi completamente desconectado.

Sean como sean los planteamientos, nos espera un partido emocionante y vibrante que practicamente se esta convirtiendo en un clásico de la máxima competición europea. Esperemos que el desenlace de esta historia no se parezca al de la famosa batalla de Stamford Bridge en 1066 que supuso el final de la era vikinga gracias a la victoria de los Ingleses. En aquella misma batalla el rey vikingo Harald Hardrada dijo unas palabras que perfectamente podría hacerse suyas Pep Guardiola como respuesta a la estrategia miedosa de Hiddink en el partido de ida:

En la batalla nunca debemos
escondernos detrás de los escudos...
Mi armadura me dice: Alza la cabeza,
donde la espada encuentra al cráneo.